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A menudo, cuando concebimos el acero, solemos pensar en bastos paneles, tubos retorcidos o enormes vigas de metal, sin aparente encanto. Por suerte, la arquitectura embellece el concepto que tenemos de este versátil material, utilizado en variados ámbitos de nuestra sociedad. Para muestra, un botón. He aquí el nuevo Centro Internacional de Convenciones de Mons, en Bélgica.

Una magistral combinación de formas geométricas que componen una enorme estructura de acero, de 12,500 metros cuadrados, que está llamada a ser un símbolo de la revitalización económica de la zona y que conecta de forma sutil lo antiguo y lo nuevo, gracias a las vistas de la ciudad que ofrece.

Una obra que aúna un enorme hall de entrada, tres auditorios, un espacio destinado a la celebración de eventos, diversas salas de conferencias, oficinas y un parking subterráneo; todo concebido por el neoyorquino Daniel Libeskind (Studio Libeskind y de H2a Architecte&Associés).

En cuanto al exterior del nuevo centro de congresos, éste está revestido con unas envolventes “cintas” de aluminio que hacen las veces de muros y que presentan un acabado en acero anodizado, una capa protectora en la superficie del metal.

Encontraréis más detalles del proyecto aquí.

Vía | Plataforma Arquitectura

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