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Si bien hace unos días sabíamos de la disminución de la producción del acero chino, una bajada acusada a la prohibición del gobierno chino al desarrollo de nuevos proyectos industriales en este sector y a los malos datos económicos de Baosteel, su mayor fabricante de acero, la cruzada de las acereras europeas contra la masiva importación de metal chino continúa.

La tildada como competencia desleal de la producción importada de China -el precio de su acero es tan bajo que ningún país puede competir con él-, así como la caída de la inversión siderúrgica en Europa, son algunos de los motivos que han propiciado la mala situación en la que se encuentran algunas fabricantes de acero europeas.

Ante tal panorama, la Comisión Europea no ha tenido más remedio que poner en marcha una batería de medidas que aboguen por la protección del castigado sector siderúrgico europeo. Sin ir más lejos, una de las más recientes atañe a la decisión de la Comisión de imponer nuevas tarifas de entre un 9% y un 13% a la importación de barras de refuerzo chinas. Ésta vendría a sumarse así a las 33 medidas restantes -13 de las cuales atañen directamente al país asiático- que la CE estudia ejecutar para frenar el deterioro del sector.

A pesar de los esfuerzos, y tras las reiteradas llamadas de auxilio efectuadas a la Comisión por parte de las productoras de acero de los estados miembros, Europa afirma seguir estudiando las condiciones dañinas para los fabricantes de la UE. Sin embargo, cabe destacar que la Comisión de Comercio continúa sopesando si otorgar a China o no el estatuto de economía de mercado, algo que complicaría la efectividad de los instrumentos contra la competencia desleal.

Cabe recordar, a su vez, que la Organización Mundial de Comercio se posicionó junto a China cuando calificó de excesivos los aranceles de importación antidumping impuestos por la UE al material proveniente de las acereras asiáticas; hablamos de medidas calificadas como fuera del marco de las reglas del comercio internacional, según la OMC.

 

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