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Una tormenta perfecta acecha sobre la industria europea del acero desde hace meses, haciendo peligrar miles de puestos de trabajo -tanto directa como indirectamente relacionados con el sector-en un buen número de países de todo el mundo.

El problema, sin embargo, parece estar cebándose especialmente con Europa, donde grandes empresas están cayendo en quiebra o a duras penas se tambalean sobre un precipicio que augura un descenso fatal. A su vez, la batalla contra China, el imbatible Goliat de la industria, se sigue librando insistentemente y desde distintos frentes, si bien sin demasiados logros por el momento; el país asiático, mayor productor del mundo, supone el más arduo competidor.

Éstos y otros preocupantes y agravantes factores (disminución de la demanda, precios del petróleo, etc.), hacen que la industria europea del acero necesite replantearse a sí misma y diseñar un plan de supervivencia a gran escala. El incierto futuro de Port Albot, la mayor planta siderúrgica del Reino Unido, reabre un día más el debate sobre el escenario actual de la siderurgia.

Puerto Talbot, la mayor planta acerista británica, en sus últimos días

El acero parece que ya no es buen negocio en casi cualquier lugar del mundo. En Europa, no obstante, esta idea parece tomar incluso aún más fuerza. Reflejo de ello representa el jaque mate que se ha cernido sobre Puerto Talbot, en Gales del Sur, desde que hace una semana la multinacional india Tata Steel anunciara su voluntad de abandonar el negocio del acero que sustenta al pueblo desde hace más de 100 años.

La mayor productora de acero de Gran Bretaña planea vender o trasladar sus operaciones a otro países, dejando a más de 4000 obreros siderúrgicos sin empleo y pendientes de un más que poco probable milagro gestado en los despachos de Bombay o de Londres; muchos piden al Gobierno un rescate del sector basado en muros arancelarios infranqueables contra las importaciones de acero barato contra las que no se puede competir o incluso algún tipo de nacionalización.

Escenario económico desfavorable: desavenencias entre oferta y demanda

Analizando el escenario desde un contexto económico, el desequilibrio entre la oferta y la demanda de acero existente también es un agravante factor que debe tenerse en cuenta. China es la Proom Queen del baile y tiene una capacidad siderúrgica excesiva; tan sólo en 2 años ya ha producido más acero que el total fabricado en Gran Bretaña desde 1990. La capacidad siderúrgica también está aumentando, además, en otros países: en Medio Oriente ésta se ha incrementado un 50%, en África un 20% y en LATAM un 10%.

Y mientras la capacidad siderúrgica aumenta de forma global, la demanda parece estar rezagada respecto a la cada vez más amplia oferta. Esto se debe, en gran parte, a la desaceleración en las economías de desarrollo o a los bajos precios del petróleo, que afectan al uso del acero en oleoductos y torres petroleras.

Desventajas para la industria del acero en Europa

Los costos son demasiado altos para que el acero como materia prima sea producido de manera competitiva en Europa Occidental”, sostiene Wolfgang Eder, el Director Ejecutivo de la siderúrgica austríaca Voestalpine. Hay muchos factores que ponen a las acereras europeas en desventaja con respecto a sus rivales (Rusia, Ucrania, China, Turquía) y que pasan por las diferencias en relación a los impuestos, a los costes de la energía, a los salarios o al precio de materias primas como el carbón.

Vía | El nuevo diario /  El País 

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