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La industria mexicana del acero se ha echado a la calle. Ante la preocupante crisis que vive el sector desde hace varias semanas, la cual se ha saldado por el momento con la pérdida de más de 8.000 empleos, las acereras mexicanas han decidido pedir amparo al Gobierno, reclamándole la imposición de aranceles especiales a las empresas asiáticas que exportan metal.

Si bien en los últimos meses la siderurgia china ha frenado su apabullante crecimiento, el mercado asiático sigue representando el papel de Goliat en esta historia. La producción masiva de China inunda de acero barato el mercado, ofreciendo unos precios con los que prácticamente ningún otro país puede competir. Cabe tener en cuenta que la demanda de acero en Asia es apenas notoria, de ahí que el gigante chino decida enfocar sus esfuerzos en el mercado internacional.

La tendencia se antoja especialmente preocupante para países como México, donde las importaciones chinas han aumentado un 66% en el último año. A pesar de ser el segundo productor de acero de Latinoamérica (por detrás de Brasil), el mercado se ve resentido por las exportaciones subsidiadas de China, ante las cuales demandan una barrera de entrada del 25%. La idea es imponer unos aranceles de entrada más altos para beneficiar el mercado nacional, algo que ya se practica en EEUU o la Unión Europea como medida de protección.

Si bien el Gobierno mexicano se ha mostrado comprensivo por el momento con las demandas de las acereras, otros agentes del sector como las empresas de automotriz se oponen a dicha medida arancelaria, pues considera que haría peligrar sus ventas al verse aumentado el coste de su producción.

Vía y más información | Economía – El País

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